Esos días en los que te despiertas y volverías a echarte el edredón por encima y no saldrías de la cama. Es una sensación que muchos de nosotros tenemos a diario, a causa de el estrés diario, problemas, conflictos, etc.
En esos días yo recomiendo salir a la calle coger aire fresco y comenzar a caminar, correr o cada uno adaptar a su ritmo el tipo de ejercicio a realizar.